Es verdaderamente gratificante poder descubrir y explorar
preciosos lugares que aún no conocía del todo, en esta querida Sierra Cantabria. Como es caso del
fantástico hayedo a los pies de Montorte en la mediterránea cara sur, uno
de los más meridionales de Euskadi.
Este se sitúa a los pies del Avellanal
entre el Bonete de San Tirso y Peña Alta.
Salgo desde Logroño en
BTT, y después de evitar un tramo de
carretera por sendero algo sucio, en
seguida pongo la directa hacia mi objetivo al NO.
Por el Camino de las
Carboneras una buena pista, gran característica de Rioja Alavesa, voy remontando el ancho Barranco de Formosa, poblado
como no, por las magníficas vides.
Llego así a Viñaspre, haciendo
una pequeña parada en su interesante
fuente medieval.
Fuente medieval de Viñaspre |
Salgo hacia la izquierda por la carretera por unos metros,
para abandonarla en seguida por un camino
a la derecha. Este sube entre las viñas
y la vegetación que escolta un pequeño arroyo con rumbo NO. Así al rato, voy a
desembocar a un camino que da
servicio a estas fincas.
Siguiendo recto, y tras un cruce de pistas, salgo a la
carretera A-3220. Continúo por la izquierda
por unos metros para salirme del asfalto tomando una pista a la derecha que se dirige con componente N.
Remontando esta pista, voy buscando un atajo por
un camino que al poco desaparece, pero que con unos pocos metros de campo a
través por el linde de un sembrado y unos frutales, salgo al encuentro de
la pista asfaltada que sube al
bonito paraje de El Nacedero. He decidido tomar este camino por probar a
recorrer nuevos caminos menos trillados :)
Llego a la magnífica área de esparcimiento de El Nacedero,
delimitada entre los robles, bojes
y las hayas, tomando un respiro
para beber agua y reponer fuerzas.
Fijándonos bien, en el lado NO descubrimos un camino de
tierra que por unos cuantos metros escala con fuerte pendiente entre
la espesura.
Tras el corto, exigente y deslizante ascenso que yo hago empujando casi todo el tramo, llega un maravilloso trayecto en descenso que nos sumerge en un hayedo fantasmagórico, sombrío, fresco, cargado de humedad y de un color verde eléctrico, que abraza con sus ramas altas la enorme y protuberante roca de conglomerado de Montorte, que emerge de la base verde del vertical muro de piedra arenisca.
A buen seguro que
no olvidareis los rincones de umbría de este camino poco frecuentado, que con
rumbo SO. nos irá dando una verdadera clase de biodiversidad. En una posterior
ruta tengo previsto explorar a pie este fantástico peñasco por caminos, sendas
y campo a través mostrando alguno de los secretos que esconde.
Llegado a un cruce tomo la opción de la derecha y
prologar esta delicia de ruta, aunque para ello tenga que acometer varias
subidas.
Con ello, pasamos de las tinieblas del hayedo, a la luz del robledal y más adelante al cálido encinar, antes de poner fin a esta magistral ruta al pie de monte de la cara meridional muralla bioclimática de Sierra Cantabria.
Ya toca volver a casa, y para ello bajo raudo y veloz por un herboso camino (ya agostado) directo hacia
el S. bordeando Elvillar, para
encontrarme con el dolmen del Encinar.
Salgo al Camino El Soto que después de un amplio zigzag bajando y subiendo el barranco que forma el arroyo Lavar, nos lleva directo hacia las bodegas de Lanciego.
Dolmen del Encinar |
Lanciego |
Atravieso el pueblo y salgo por un camino asfaltado que me baja cercano al arroyo Galijo. Después de subir y atravesar la carretera A3220, paso de
nuevo al barranco por donde transita el camino por el que he iniciado esta
ruta, que ahora hago en sentido contrario y que me conduce hacia Logroño.
Una ruta en BTT no muy exigente, que permite sumergirnos en un gratificante y fresco mar verde al pie de la cara sur de la magnífica Sierra Cantabria.
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