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martes, 22 de septiembre de 2015

Laguna-Gallinero-Villanueva de Cameros -- Senderísmo

Llega a su fin para mí esta ruta que hemos realizado de forma continua (en 3 días) en el corazón del boscoso Camero Nuevo. Mi cuñado aún continuará día y medio más con vivac incluido en las laderas de los Pancrudos camino de su meta en Ezcaray.
Seguimos a rajatabla la “hoja de ruta” planteada por mi cuñado y tras pasar noche en San Román de Cameros en pleno Camero Viejo, en el bonito lugar del Molino del Corregidor, nos dirigimos raudos acometiendo los 8Km por carretera que nos separan de Laguna de Cameros (1040m.).
En la plaza de esta bonita localidad serrana empieza la ruta que comparto con tod@s.
Es paradójico, a medida que ha ido disminuyendo el peso de la mochila de 50l que llevamos cada uno, hemos ido bajando el kilometraje realizado.
Son las 9:05 y salimos en ascenso desde Laguna siguiendo el GR-93, pasando junto a la ermita de Sto. Domingo de Silos. Dicen que el santo pasó año y medio  por estos lares como ermitaño.
Laguna de Cameros
Ermita de Sto. Domingo de Silos
Ha jarreado gran parte de la noche y el bosque de robles y hayas se encuentra empapado y desprende una agradable fresca fragancia .
Después de dos días de actividad con un intenso calor y rodeados de escasa foresta, la cosa  ha cambiado radicalmente, una exuberante vegetación nos envuelve y las brumas del bosque le dan un aspecto realmente mágico.
Sin apenas darnos cuenta, llegamos a un claro del bosque donde hay una caseta de aguas junto a un poste indicador (de recorridos por el entorno de Laguna) en medio del prado.
Continuamos subiendo hasta llegar al collado de Horquín (1475m.), el pico se halla a nuestra izquierda, coronado por un puesto contra incendios.
Nosotros atravesamos la cancela e iniciamos un impresionante y prolongado descenso que terminará junto al rio Iregua.
Collado de Horquín
Pero no adelantemos acontecimientos, bajamos desde el collado, entre pinos silvestres, y a continuación salen a nuestro encuentro las hayas. En apenas un kilómetro de bajada, como una aparición se tratara vemos los prados de Libarache  cuando se esfuma la niebla, con su refugio rodeado por las matas.
Prados de Libarache
La pista en descenso aumenta su desnivel y en un cruce de pistas tomamos un bonito sendero.
Los robles rebollos han dejado su protagonismo a las carrascas, caminamos a media ladera y nos dirigimos hacia un barranco. 
Vista atrás
Dejamos atrás el matorral para entrar en Gallinero de Cameros (1096m.). Otro bonito y cuidado pueblo, “de esos por los que no se pasa, sino a los que hay que ir”.
Atravesamos el pueblo por la calle Real y hacemos una parada para coger agua y conversar unos minutos con una mujer, poco después llegamos a una casa blasonada con los distintivos del Solar de Tejada a la entrada de la localidad.
Gallinero de Cameros
Blasón del Solar de Tejada
Ladeamos a nuestra derecha la carretera LR-454 y tomamos un fantástico sendero que asciende de forma suave hasta un collado con buenas vistas.
Vista atrás
En un ricón del Camero Nuevo
Iniciamos una vertiginosa  bajada primero en zigzag entre robles y más adelante, tras atravesar un arroyo nos introducimos en un umbrío hayedo.
La densa vegetación va clareando y al cambiar de ladera gozamos con la visión ante nuestros ojos de Villanueva de Cameros (880m.).
Bajamos junto al Hostal y la gasolinera y nos dirigimos a un bonito parque junto a las orillas del rio Iregua, son las 12:50´
Villanueva de Cameros
En este magnífico lugar donde voy a dar por terminada esta gran ruta de tres días, que nos ha llevado por la sierra riojana, desde la vegetación mediterránea y de ribera de las huertas del rio Alhama, pasando por la sobriedad del Alto Cidacos y del Camero Viejo para terminar en la vorágine de los bosques atlánticos del Camero Nuevo.

Nosotros aun continuamos 3,5km más por carretera hasta Peñaloscintos, donde nos esperan con  unos merecidos y reconstituyentes chuletones haciéndose poco a poco a la brasa y que serán regados por un bon vino.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Enciso-Munilla-San Román de Cameros -- Senderísmo

Después de un reparador sueño, que tuvo lugar cuando el calor y los mosquitos quisieron abandonarnos..., nos disponemos a continuar nuestro segundo día de camino por la sierra de “La Rioja media”.
7:15 ´AM, dejamos el parque del Barranco Perdido a la izquierda e iniciamos un ascenso por el sinuoso casco urbano del en otra época industrial (lanero) Enciso.
Castillo de Enciso
Caminamos en ligera subida por un entorno deforestado siguiendo el arroyo, dejamos a la izquierda (a lo lejos) la aldea de la Escurquilla (cuando hace años hicimos este tramo, el GR pasaba junto a la aldea).
La Escurquilla
Conectamos con otro barranquillo y al llegar a un collado podemos ver la aldea abandonada de Valdevigas situada en una ladera entre un bosque de encinas.
Un bonito tramo por lo marcado del camino, por las vistas del encinar de la Revilla y de las arruinadas casas, nos acerca en descenso hasta Valdevigas (en este sentido de marcha se aprecia mejor el precioso lugar).
Atravesamos el pueblo fantasma e iniciamos una subida a media ladera hasta un collado acompañados por el ganado curioso y las matas que poco a poco lo invaden todo.
Valdevigas
Valdevigas
Desde el collado se puede ver la aldea de Munilla de San Vicente, el paisaje es bastante deforestado dominado por las aulagas y viejos bancales. Al llegar a un bosquete de pinos el camino pronuncia su descenso y nos proporciona una panorámica de Munilla espectacular. Atravesamos el laberinto de matas y  llegamos al otrora centro fabril importante del alto Cidacos (desde el s.XVI hasta principios del s. XX).
Nos avituallamos rápidamente junto a la fuente y seguidamente subimos a la parte alta del pueblo 9:39´.
San Vicente
Munilla
Iniciamos un prolongado y cansino ascenso por la ladera de solana entre bancales, lastras de piedra  y vegetación arbustiva, con vistas al valle a nuestra izquierda.
Atravesamos varios barrancos y collados mientras el sol empieza a apretar, siempre con la mirada hacia los aerogeneradores de la cabecera del Barranco del Valle y del puesto contraincendios de Nido Cuervo. Bordeamos una alambrada, vadeamos un arroyo e iniciamos la última subida del día.
Un alto en el camino,vista atrás 
Nido Cuervo
Al llegar a la altura de una nave de ganado, optamos por continuar por la pista para evitarnos un sube y baja que pasa junto a una fuente. Llegamos al collado de la Dehesa y el panorama que tenemos detrás difiere del que nos espera por delante, iniciamos una gratificante bajada envueltos por una vegetación arbustiva, enseguida robles, arces y de hayas pertenecientes a la preciosa Dehesa de Torremuña. Dejamos a la izquierda entre la espesura la fuente de la Partentoria, tras un buen trecho nos decidimos a entrar a avituallarnos a la aldea recuperada de Torremuña.
Por detrás
Por delante
Dehesa de Torremuña
Lo primero que llama la atención, es el gran tamaño de las ruinas de su antigua iglesia de Santa María .Nos dirigimos al pilón de la “plaza”, y cuál es nuestra sorpresa, que no sale agua, han sido las fiestas el pasado fin de semana y el deposito aún no se ha llenado. Por suerte nos obsequian con dos botellas de fresca agua que sirve de maravilla para que nos pase la comida. Tras una amena charla, retomamos el GR-93 que discurre paralelo al barranco y que nos proporciona preciosas vistas.
La tarde amenaza lluvia y el primer aviso  viene en forma de una pequeña chaparrada, que no consigue enfriar el ambiente bochornoso. 
Torremuña,iglesia de Santa María
Continuamos por la marcada senda entre rocas de la ladera de solana, y tras varios km llegamos a una zona de aulagas y de antiguas huertos abandonados.
Nos aproximamos  al rio Vadillos que lo cruzamos por un puentecillo y de puente a puente porque me lleva la corriente, por carretera llegamos al rio Leza.

Y a las 15:45 terminamos los poco más de 26Km recorridos hoy, entre chopos encontramos el que será nuestra buena parada y fonda de hoy, hemos desestimado pasar la noche al raso y la elección será muy afortunada, la casa rural del El Molino del Corregidor
El Molino del Corregidor
Además del agradable lugar, del buen trato y de la excelente comida proporcionada, nos libramos a cubierto esa noche, de una tromba de agua cojonuda...
San Román de Cameros es un pueblo con un cuidado casco urbano y que merece una visita sosegada.

Próximamente: Laguna-Villanueva de Cameros

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