Senda Romana del Iregua, Pto. Piqueras-Logroño--BTT

Según investigaciones, la Vía Romana del Iregua era una conexión secundaria que unía el puerto fluvial de Vareia (actual barrio logroñés de Varea junto al río Ebro) con el Pto. de Piqueras y de este se dirigía hacia Numantia (Numancia) en la meseta. Dados los vestigios romanos encontrados en el valle de río Iregua, tenía una función de comunicación  y militar de esta zona boscosa, de intrincada orografía y poco poblada que era el Camero Nuevo. Servía para vertebrar este territorio estratégico junto con la construcción de varios campamentos y atalayas. El éxito de esta vía hizo que siguiera en uso durante la Edad Media, e incluso más tarde.

El actual trazado recreado es una aproximación natural a esta antigua ruta que aprovecha varios tramos del trazado original, donde aún afloran las antiguas losas que han aguantado 2000 años, como en el pinar de Los Trancos cerca de Torrecilla en Cameros, próximos a Montemediano y en un tramo entre Villoslada y Lumbreras, ya que parte del trazado fue engullido por la carretera de Soria, actual N-111.

Mientras empieza a amanecer, comienzo solo, esta gran aventura de recorrer en bici todo el trazado de casi 75Km de esta preciosa senda acondicionada, desde el Pto de Piqueras (1710m.), al cual me ha traído en coche mi cuñado después de madrugar.

El recorrido de esta maravillosa ruta que discurre de S. a N partiendo por la mitad la comunidad de La Rioja, desde Cameros al Ebro, es en su mayoría de un carácter trail o dicho en cristiano, un gran recorrido de “montaña rusa” difícil, por sendero marcado y señalizado (acondicionado con vallas, paneles, postes, guiado por marcas blancas y moradas, etc. y cuyo símbolo es una caligae o sandalia romana). No obstante incluye varios pasajes de auténtico enduro por tramos muy difíciles, pedregosos, con musgo, ramas o raíces, etc., Y para el que consiga llegar sano y salvo después de esta ruta maratoniana hasta Viguera, la Vía Romana le obsequiará con un final pistero XC fácil y rápido. Es una ruta muy dura que te somete a un gran desgaste físico y de material para la bici, hay que estar en forma y tomárselo con tranquilidad ,disfrutando….Además de las múltiples cancelas que te obligaran  parar, yo he descansado convenientemente junto a varias sombrías fuentes. Para mí ha sido fundamental, poner a punto la bici de doble suspensión, incluso he renovado el líquido anti pinchazos tubeless ya que los neumáticos recibirán buen tute, me ha venido de cine la mochila con Camel back, que no estorba y ayuda a portar, chubasquero, algo de alimento, repuestos, móvil, etc.

La noche anterior había llovido bastante con abundante aparato eléctrico y banda sonora de truenos por el Camero y en este primer sector de antigua Cañada Real, en la vegetación  de monte bajo y pinos y en varios tramos del sendero la aguada es considerable, lo que le dan un plus de dificultad al trayecto por lo deslizante y el barro acumulado.

Paso como un jabalí receloso por enfrente de la ermita de la Virgen de la Luz, la sede de Las Trece Villas y de la Venta de Piqueras (1340m) que servía de refugio y faro para los pastores trashumantes antes de ascender o descender de vuelta del puerto y en donde ahora se disponen  a desayunar los peones camineros que están acondicionando la N-111.

Pto de Piqueras (1710m.)

Ermita de la Virgen de la Luz, la sede de Las Trece Villas y la Venta de Piqueras 

          Exposición sobre la trashumancia (1340m) 

Sorteo el barro y los charcos y tras atravesar un puentecito subo una pequeña loma  que me permite descender después hacia el pantano de Pajares.

Desde la cola del embalse que forma el río Piqueras (1229m.), atravieso la carretera y subo hacia San Andrés (1271m.). Las primeras casas que me reciben son los chirriantes adosados que se construyeron para dar aposento a los desahuciados del derruido y sumergido pueblo de Pajares. Este se ubicaba en la ladera a la parte izquierda de la actual carretera en la última curva antes de enfilar la presa (sentido Logroño),- guardo como un tesoro una foto adolescente (finales de los 80) en la fuente de la plaza antes de que desapareciera ahogado este pueblo camerano-.

Avanzo hacia el núcleo principal y asciendo (fuente) por la calle que pasa junto al museo etnográfico. Este es una auténtica joya y digno de visitarse, hay desde estelas celtibero-romanas, utensilios variados, una recreación de una casa camerana y hasta de una antigua aula de escuela.

Pantano de Pajares

San Andrés (1271m.)

Continuo subiendo guiado por la señalización hacia los robles de la dehesa. Me salgo de la pista y desciendo por una bajada pedregosa y con lastras que agarran bien, para pasar a una zona llana de praderas. Después de acometer una subida que se resiste en frio. Vuelvo a sumergirme en el robledal en el barro en el Alto de Las Verdades ,y tras salir de este, más adelante paso junto a la ermita de San Martín ,donde hay un divertido Parque de Aventura (torres, puentes Tibetanos, tirolinas, etc), llego a Lumbreras (1190m.). La gran cantidad de hidalgos y bien acomodados gracias al floreciente negocio de La Mesta de otros tiempos, hicieron conocer a esta localidad como la “Corte de la Sierra”.

Ermita de San Martín

Lumbreras (1190m.)

Desde el casco urbano bajamos hacia el río Piqueras es una zona donde se situaba el “polígono industrial” de esta localidad, compuesto por molinos, batanes, aserradero y con el devenir de los tiempos hasta una pequeña central eléctrica, de todo esto apenas queda rastro.

Cruzo el rio por un puente y acometo una fuerte y rota subida empujando hasta casi la carretera  N-111.

Río Piqueras

Una vez atravesada, hay que continuar portando la bici hasta un cruce cercano, girando hacia la derecha (poste indicador Villoslada).

 Lo que viene ahora es un precioso y complicado tramo endurero entre la umbría vorágine y flanqueado por gran cantidad de rocas, que me hizo descabalgar en varias ocasiones. Salimos a una pista que nos conduce en subida a un bonito paraje donde encontramos la Laguna La Nava (1152m.).

Es un bucólico lugar que alberga una laguna estacional ,que por suerte encuentro con un poco de agua, rodeada de pinos y praderas donde pasta tranquilo el ganado.

Tramo endurero entre la umbría vorágine

Laguna La Nava (1152m.)

Tramo endurero 

Continuamos siguiendo las marcas y de nuevo hemos de batallar con otro difícil tramo endurero que apenas da respiro al principio. Cuando encontramos las losas de la primitiva calzada bajo los pinos silvestres, la cosa empieza a mejorar, enfilando una bajada “disfrutona” camino de Villoslada (1070m.).
Cruzamos el bonito puente de piedra del s.XVI sobre el río Iregua, que nace muy cerca, en los preciosos Hoyos de Iregua y una vez en el turístico caserío, nos toca empujar la bici por una multitud de empinadas escaleras para acceder a la parte superior del pueblo.

Losas de la primitiva Calzada Romana

Villoslada de Cameros (1070m.).

Viene ahora un tramo en ascenso más o menos cómodo que nos saca a la pista que une Villoslada con Ortigosa en el Llano de Montes Madre (1161m.). Atravesamos la pista y nos introducimos en el robledal.

En un principio el sendero discurre en ligero descenso, entre el arbolado de rebollos y varias praderas camino de las proximidades (muretes de piedra) de la ermita de Lollano (1123m.). En este cercano y bonito lugar, entre grandes y antiguos robles existió una pequeña aldea (desaparecida s. XVIII) quedando como único vestigio de ello esta pequeña ermita (refugio)-como decía mi hijo, la ermita de la campana-.

El trayecto nos lleva ahora  hacia otra zona endurera muy pedregosa y rebaladiza que apenas nos dará descanso, prolongándose hasta las ruinas engullidas por el matorral de la aldea de El Hoyo (1195m.) desaparecido en 1923.

Aquí la Senda Romana se bifurca en dos, un ramal sigue recto hacia Peñaloscintos (aldea de Ortigosa) y el que tomamos nosotros (con indicación del GR-93 Laguna) que desciende por un bonito sendero en zigzag entre el arbolado hacia el E.

Este sale a una pista que baja rauda hacia Villanueva de Cameros (900m.), pero antes de eso, almuerzo un poco,junto a la fuente de la Amistad (929m.).

Proximidades de aldea desaparecida de El Hoyo (1195m.)

Bajo al pueblo y tras un corto tramo de carretera, subo a la parte alta del pueblo junto a la iglesia de San Martín .Desde aquí sale un precioso tramo elevado con bonitas vistas, entre antiguas huertas y más adelante sombreado por algunas encinas que nos conduce hacia Pradillo (880m.).

Villanueva de Cameros (900m.)

Precioso tramo elevado con bonitas vistas,

Bajamos hacia la plaza de Pradillo partida por la carretera y nos dirigimos hacia el hermoso puente de piedra del S.XVIII ( que lo llaman no sé porque medieval) y que atraviesa el río Iregua.

Marchamos hacia la izquierda en ligero ascenso entre antiguos campos y grandes quejigos, poco a poco vamos ganado altura por uno tramos más bellos del recorrido hasta llegar al espectacular roquedo de Las Pedregosas bajo Peñas Malas protegidos por un vallado. 

Pradillo (880m.)

Puente de piedra del S.XVIII ( que lo llaman no sé porqué medieval)

Espectacular roquedo de Las Pedregosas bajo Peñas Malas con el Iregua por debajo 

 Un poco más adelante conviene darse un merecido respiro y recobrar fuerzas en un maravilloso mirador (932m.).

Maravilloso mirador (932m.)

Ahora toca descender –controlando- y lo haremos hasta el arroyo de Rioseco  primero y más adelante hacia el arroyo de Admuel, atravesado por el Puente de Almarza (798m.). Aquí vuelve a partirse en dos el recorrido uno hacia la izquierda camino de Montemediano (aldea de Nieva) y el que seguimos nosotros que asciende por un camino hacia las arruinadas casas de Cocera (854m.) que fué  aldea de Almarza.
Atravesamos la carretera e iniciamos un recorrido sube y baja donde ciclaremos por encima de las piedras que los romanos instalaron para construir esta vía de comunicación.

Próximos al Puente de Almarza (798m.)

Cocera (854m.)

Ciclaremos por encima de las piedras que los romanos instalaron 

Así saldremos a los aledaños de la ermita de Tómalos, donde un puente peatonal paralelo al de la carretera, salva el barranco que ha escavado el río Tómalos.

Una cuesta  con toda la solina,- que a mí se me atraganta-, nos saca a la carretera de acceso a la que aldea desaparecida de Ribavellosa, ahora convertida  en una preciosa finca visitable dependiente del ministerio de Medio Ambiente.

Atravesamos la carretera y continuamos subiendo de forma más moderada hasta el término de El Calvario donde gozamos de las vistas de las cumbres del Serradero que arropan Torrecilla en Cameros.

Ermita de Tómalos

Las cumbres del Serradero arropan a Torrecilla en Cameros

Tras el gratificante descenso y después de atravesar con cuidado la N- 111 llegamos a la fuente que hay en una zona arbolada delante del cementerio de Torrecilla en Cameros, junto a las ruinas de la iglesia de las Vegas.

Las fuerzas empiezan a estar mermadas y conviene hacer una parada para reponer fuerzas, además el día ha ido levantado y el sol castiga bastante cuando sales a descubierto, la temperatura ronda los 32ºC.

Una vez repuesto, bajo hacia el barrio de Barruelo (735m.) y me aproximo al fresco y gratificante cauce del río Iregua.

Pasamos bajo el puente de la carretera y más adelante frente de lo que fue el Balneario de Riva Los Baños, hoy una de los manantiales de la fábrica de agua Peñaclara.

Atravesamos unas pedreras  bajo Peñaseto y viene a continuación un largo y durísimo repecho hasta una altura de 888m. que casi seguro nos hará descabalgar.

Torrecilla en Cameros,barrio de Barruelo (735m.)

Pedreras  bajo Peñaseto

Una vez hemos ganamos altura, la cosa mejora bastante, y el precioso sendero serpentea la extensa ladera boscosa atravesando robles, hayas, encinas, etc. y pequeñas praderas entre monte bajo con magníficas vistas. Cortos repechos, alguno imposible de ciclar, nos harán bajarnos de la bici y portear, pero en general es uno de los tramos más gratificantes, si no fuera porque a estas alturas las fuerzas empiezan a flaquearme- a mí siempre me resulta más gratificante hacer este tramo en sentido contrario-.

Encontramos robles, hayas, encinas, praderas entre monte bajo con magníficas vistas

Algunos repechos nos harán bajarnos de la bici y portear (vista atrás)

Flanqueado el Barranco Hondo, avistamos la imponente mole del Castillo de Viguera o Valdemetria, podemos decir que casi “lo tenemos chupao”. Decir que este monte, que hace honor a su nombre, ya que recientemente se ha excavado en su cima, encontrándose diversos vestigios  arqueológicos,

Ascendemos entre las vacas hacia el collado (908m.) que hay en su base y ya podemos admirar Viguera (687m.), capital de un pequeño reino y detrás el valle del bajo Iregua y el valle del Ebro.

-¡Banzai!-, un descenso con algo de piedra nos deja en la fuente que hay en la plaza del pueblo y es hora de coger aire  para terminar “echando el resto”.

 Collado entre El Castillo de Viguera y Monte Palomar (908m.)

Viguera y el Valle del Ebro al fondo

Viguera (687m.)

Ahora llega un gratificante recorrido por pistas entre huertas y vegetación de ribera atravesando primero Albelda de Iregua (512m.) y más adelante Alberite (442m.).

Recorrido por pistas entre huertas y vegetación de ribera,Peña Bajenza

Albelda de Iregua (512m.)

Alberite (442m.)

Continuamos ahora por la margen izquierda del río Iregua que me acompañará junto a al tupido arbolado hasta Puente de Madre (381m.) tras el que entramos en Logroño, llego “dándolo todo”.

En Puente de Madre (382m.) entramos en Logroño

Estamos en el parque del Iregua, a unos cientos de metros de Varea (375m.), donde aún se pueden apreciar unos pocos restos casi olvidados de su pasado romano, cuando era Vareia, y algún viejo veterano de la Legión IV Macedónica veía desde su productiva huerta, llegar los barcos que remontaban por el río Ibero trayendo noticias y mercancías, y desde donde cargaban vino, aceite y cerámicas de terra sigillata fabricadas en Tritium Magallum (Tricio) de regreso hacia la metrópoli, Roma.

Barrio de Varea (375m.) ruina de Vareia

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