Entre el mucho y variado patrimonio histórico o prehistórico
riojano, hay muchos ejemplos de desidia, abandono y ruina. Hoy nos acercamos a
uno de ellos, las Torres Fuertes
(s.XII-XIV) de Castañares de las Cuevas
(Viguera), que aún siguen en pie aguantando el cerco impasible de las inclemencias
del tiempo, los agentes atmosféricos, los derrumbes y el olvido.
Salimos en BTT
desde Logroño con dirección hacia Lardero. Subimos la conocida como “Cuesta de las Vacas” y nos dirigimos
hacia Sorzano pero no por el camino habitual, sino por el que discurre por encima
del Rio Antiguo, cerca del talud
de esta gran meseta.
Salimos a la carretera
LR-341 con dirección a Sorzano, abandonándola
más adelante hacia la izquierda por un camino
que desemboca en el que desciende hacia Islallana,
barrio de Nalda.
Iniciamos ahora, una tortuosa ruta exploradora visitando
varios puentes. Cruzamos el rio Iregua
por un modesto puente de hormigón y nos decidimos a seguir una senda poco transitada, que discurre sin
apenas espacio paralela a la margen derecha del rio y la valla de las fincas.
Tras pasar bajo el antiguo puente conocido como “Puente de la Central” del s XVI
(Monumento histórico artístico desde 1985), la exploración ya no tiene los
frutos deseados al no poder remontar más el rio y nos vemos obligados a tener
que cruzar de nuevo el Iregua hasta la ctra.
N-111 por el estrecho puente de
la estación de aforo.
Con mucho cuidado continuamos por la carretera, pasando Castañares
de las Cuevas .
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“Puente de la Central” del s. XVI |
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Rio Iregua desde el puente de la estación de aforo |
Nos salimos de la carretera hacia la derecha para tomar la
pista que remonta el barranco del arroyo
Urrilla. Al poco cruzamos el arroyo SW y continuamos por pista ciclando hasta encima de Panzares. Continuamos subiendo NW por
la costosa pista, hasta que algo menos de 1km nos da algo de tregua
cambiando de rumbo con componente W .Cuando nos queda poco para precipitarnos jubilosos
hacia el precioso barranco del arroyo
Solbes, nos damos de bruces con una batida de caza y nos tenemos que dar la
vuelta por el mismo camino.
Regresamos hasta Castañares
de las Cuevas y les propongo a mis “compañeros de fatigas” visitar las
conocidas como “Cuevas de los Moros “
ya que aún no las conocen.
Cerca del corazón de Jesús
que hay en la curva pasado Castañares hacia Logroño, hay una valla a
la izquierda de la carretera por la que se accede a una zona recientemente
desbrozada. Atravesamos la valla y subimos hacia unos olivos. Continuamos por
una senda que recorre la terraza y más
adelante se abre paso por entre el matorral. Vamos a parar al arroyo, lo
atravesamos y subimos el ribazo por entre los árboles, saliendo a la pista
pública que comunica Castañares
con Sorzano por el Barranco de Pavía.
Llegados a este punto, hacer una consideración, aun siendo
un camino público atraviesa una finca privada, donde pasta el
ganado en libertad y donde podemos encontrar mastines cercanos a la carretera y
las casas, con buenos modos por ambas partes “se puede llegar a buen puerto”.
Descendemos por la pista principal unos 200m, saliéndonos
hacia la derecha por un ramal ascendente,
que nos conduce hasta un depósito. A la derecha buscamos una senda marcada
que asciende abriéndose paso entre el tupido matorral y conduciéndonos hacia el
N por el pinar. Tras poco más de
200m nos damos de bruces con la pared de farallones de conglomerado.
Es en este escondido y protegido lugar que cuenta con
afluencia de agua, donde desde muy antaño el hombre ha encontrado cobijo en las
numerosas cuevas, más adelante en la Alta Edad Media, se construyeron los muros
de mampostería y sillería que compartimentaron el castillo.
Sintiéndonos descubridores de una ciudad perdida en la jungla,
deambulamos curiosos por las diferentes estancias que ahora sirven de cobijo al
ganado. Tras un rato, abandonamos el magnífico lugar con una cierta sensación
de tristeza.
Descendemos ahora por la senda y nos pasamos de frenada, yendo
a parar con la valla que separa el caserío. La recorremos hasta la pista y tras
hablar con los dueños, atravesamos la valla de entrada que comunica con la carretera N-111.