Una vuelta con historia por Nalda--BTT

<< Vuelvo a tener la dicha de “cabalgar” con mi fiel (de momento) escudero. Y en esta ocasión el ansia (viva) de aventuras nos transporta como si de un encantamiento se tratara por “fáciles caminos” a la que fue de la mano de los Condes de Aguilar cabeza del Señorío de Cameros. Me refiero al municipio de la cuenca baja del Iregua, Nalda un lugar recorrido por interesantes Senderos con historia en Nalda - -Senderismo

Partimos desde Logroño por el Camino viejo de Alberite  remontando la margen izquierda del rio Iregua, hasta que lo cruzamos por un pequeño puente .El camino tras atravesar la LR-225 da acceso a Nalda.

Ascendemos por una cuesta hormigonada que “escala” un costoso repecho desembocando junto a la casa de benemérita.

Atravesamos la plaza (fuente) y nos dirigimos hasta la gran ermita de Nª Srª de Villavieja, lugar favorecido por las buenos aires y las magníficas vistas hacia “Las puertas del Camero Nuevo” y sobre las ruinas del gran convento franciscano de San Antonio, última morada de los Condes de Aguilar.

Vistas desde la Ermita de Nª Srª de Villavieja,

Convento (en ruinas) de San Antonio,

Tras gozar nuestras cabalgaduras de la verde hierba y llenar de agua (a falta de otra cosa mejor) nuestras “viejos pellejos”, partimos en ligero ascenso remontando el barranco, con objeto de ver quién es ese tal San Marcos y a fe de qué la “fama  de su afamado atributo”.

Accedemos al Chorrón de San Marcos  por una estrecha senda ( se puede rodear este recorrido por una pista, pero no es lo mismo) entre matas ,espinos ,majuelos y boj .El sendero nos hace descabalgar al llegar junto a las rocas de la Garganta de Cueva Fría  muy próximos al salto de agua del río Torredano.  

Senda al Chirrón de San Marcos (Nalda)

Si se dan las condiciones de frio en invierno nos presenta una espectacular cascada de carámbanos helados, pero como no en este no se han prolongado las bajas temperaturas (por estos lares), nos conformamos con disfrutar de un húmedo y verde paraje ,envueltos por los helechos , musgo ,boj y algún junco.

Chorrón de San Marcos 

Foto gentileza de Estebanescu

Tirando costosamente de nuestras “acémilas” ascendemos el pronunciado pero corto zigzag hasta la senda que nos conduce a las ruinas de la ermita de San Marcos. 

Atravesamos sus ruinosas “puertas” (Año de Nuestro Señor  de 1664) y nos agasajamos con un frugal pero merecido tentempié en aqueste tranquilo lugar (mesa con bancos) con la vista hacia los pinos.

Ermita ( en ruinas) de San Marcos 

Pater, filius et spiritu biker

Redoblados los ánimos, continuamos con nuestra singladura tomando el Camino de los Adobes que va ascendiendo entre preciosas panorámicas de Peñas Valderas, El Somero, Cubaldón, Serrezuela, Peña Saida , etc.

Como vamos acabando nuestras provisiones de agua, nos dirigimos a la que fue agua de boca del pueblo de Nalda y que recoge su preciado elemento de las estribaciones de Peña Soto, estoy fablando de la conocida como Fuente del Arca.

Fuente del Arca 

Nuestro derrotero se dirige ahora S-SE, bajado primero y subiendo después hacia un “gran agujero” entre viñas (uno de los mayores de estas tierras), la nevera  del Cerro de la Campana Este  boquete fue abierto en el suelo de areniscas (salagón) por estas laboriosas gentes para aprovechar la beneficiosa nieve, tan necesaria para transformarla en hielo. -¡Voto a Bríos! que el lugar merece una más apaciguada visita-.

Nevera del Cerro de la Campana

Pero estimad@s amig@s, aquesta, cercana y vistosa aventura no ha llegado a su término, por una pronunciada bajada (y difícil más si cabe por el barro),  -¡ Quieeeto rapaaaz !-…

-¡ Quieeeto rapaaaz !-

 Nos acercamos a un lugar vistoso, misterioso, sugerente  y un gran monumento pétreo -hasta que la cosa dure, porque se está desmoronando cada vez más y más-. Me refiero a los llamados Palomares (Columbarios) de Nalda, antiguos lugares de culto (cenobio) y que contenían en sus pequeños nichos las calaveras y cenizas de los difuntos (s. V –VII).

Palomares (Columbarios) de Nalda

-¡ Esto amenaza ruina !-

¡Vive Dios! ,aún absortos por el encantamiento que nos han provocado aquestos lugares, descendemos entre monte bajo y cultivos hacia las refrescantes y buenas aguas del rio Iregua a refrescar nuestras barbas. Y cabalgando raudos (lo que permite la limitado  jumento de mi apreciado compañero) y dichosos, ponemos término este histórico paseo, retornando a la villa que nos vio nacer, Lucronium (Logroño para mejores señas) >>.

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